El día de hoy he tenido que llevar a cabo una de las tareas mas complicadas que se me han asignado durante todo mi tiempo en el micronacionalismo. Una tarea, de la cual me sentí en la obligación de escribir esta editorial, porque creo que no debe pasar desapercibida.
Como administrador del foro de la Organización de Micronaciones unidas, es mi tarea el mantenimiento del mismo, así también como el AMB de usuarios (para el que no esta familiarizado con este termino, implica toda modificación sobre los permisos de acceso de los usuarios al foro). Y por lo tanto muchas veces tengo que darle de baja, modificar o incluso bloquear a usuarios que son inadecuados, o que quizás por un periodo de inactividad importante, deben ser revocados sus permisos de miembro.
Es por esta ultima tarea que el día de hoy siento un vacío interno. Porque en todo este tiempo, que son cerca de 5 años ya al frente de esta tarea, nunca me encontré con la necesidad de dar de baja a unas micronaciones que han sido parte muy importante de la historia micronacional, aunque estoy completamente consciente que su legado permanece, porque en la OMU nunca se borran los registros, salvo que sean muy triviales. Pero hoy en día borrar como miembro los perfiles de micronaciones como Asgaria, Nivent y Huetar, que en su momento fueron miembros fundadores de esta Organización me genera un dolor importante.
Esto demuestra que tan volátil es el ambiente micronacional, como la responsabilidad de una micronacion esta en manos de unos pocos, y quizás esa sea un arma de doble filo. Varias veces se intento la creacion de una micronacion de varios miembros, y no funciono porque cada uno tenia pensamientos distintos, justamente lo que hace que el micronacionalismo sea único, también es lo que nos desune, pensar como cada quien quiere, es la fuente principal del micronacionalismo, pero tambien genera que no podamos formar una gran micronacion pluralista, al contrario, cada micronacion es en su gran mayoría una persona que demuestra su punto de vista.
Quería quizás con este pequeño texto, mi dolor y lo que opino del micronacionalismo actual, tan distante de aquel micronacionalismo con muchas propuestas en el que me uní en el 2009. Esperemos que los aires de cambio sean buenos, un cambio que genere nuevas propuestas y nuevas posibilidades. En manos de micronacionalistas que se comprometan con este proyecto como muchos lo hemos sabido hacer anteriormente.
